De la inteligencia a la agilidad emocional!
Mucho se habló y se habla en estos tiempos de inteligencia emocional (IE), el saber cómo gestionar las emociones y las diferentes técnicas o estrategias para conseguirlo. Hoy estamos preparados para dar otro paso, en donde toma importancia nuestra visión como líder, nuestra zona de liderazgo, nuestra visión, nuestro propósito, nuestros valores, un paso más llamado Agilidad Emocional (AE).
Según la Dra. Susan David*, creadora del término Agilidad Emocional, una diferencia primordial es que la inteligencia emocional por definición no trata de valores mientras la agilidad emocional nace a través de ellos. Podemos decir que sus raíces se generan a través de las siguientes preguntas: ¿cuál es nuestro propósito?, ¿cómo podemos acercarnos a nuestros valores?, ¿Qué hacemos para que las emociones nos ayuden? Bajo este escenario los valores están completamente integrados en el concepto de Agilidad Emocional.
Otra diferencia existente es que, a través de la popularización de la inteligencia emocional, muchas personas creen que la IE consiste en controlar las emociones. Es tener la idea incorrecta de que sufrimos una especie de secuestro emocional que nos lleva por un camino negativo y necesitamos ser capaces de controlar nuestras emociones. Lo que muestran las investigaciones al respecto es que cuando se quieren controlar las emociones se produce el llamado factor de amplificación. Cuando intentamos controlar nuestras emociones y apartarlas, acaban por volver fortalecidas.
Por el contrario, la agilidad emocional trata de estar abierto a nuestras emociones, de aceptar nuestras emociones y de ser compasivos con nosotros mismos. Si podemos aprender de nuestras emociones y estar abiertos a gestionarlas, podemos usarlas de manera increíblemente útil.
Podemos decir que la agilidad emocional es aquella habilidad que nos permite mantener una relación sana con nuestras emociones para poder sacar lo mejor de nosotros mismos tomando como base nuestros valores.
Es la capacidad de conectar con nuestro mundo interior, la capacidad de convivir con nuestros pensamientos, emociones y recuerdos de forma saludable, conectando con nosotros mismos para poder avanzar en nuestra vida y convertirnos en la persona que queremos ser.
Para acercarte cada vez más a la agilidad emocional te proponemos realices en forma diaria un ejercicio de relajación.
Equipo de Siddhi Consulting.
* Agilidad Emocional – Emotional Agility – 2016, Susan David Ph.D.